La gobernadora del estado de México, la morenista Delfina Gómez Álvarez, acudió ayer a la comunidad de Texcapilla, municipio de Texcaltitlán, donde el viernes pasado pobladores se enfrentaron a integrantes de La familia michoacana, con saldo de 14 muertos y siete heridos, a manifestar a los pobladores que cuentan con el respaldo de los gobiernos estatal y federal. En la zona ya hay más de mil elementos de corporaciones de ambos niveles.
Durante más de dos horas la mandataria morenista se reunió con los lugareños, quienes le suplicaron que las fuerzas de seguridad no abandonen la zona, pues temen una respuesta violenta del grupo criminal, luego de que perdió a 10 de sus integrantes en la refriega.
Gómez Álvarez aseguró que habrá presencia permanente de la policía estatal y las fuerzas federales y adelantó que en Texcaltitlán se construirá un cuartel de la Guardia Nacional con helipuerto y se le asignarán al menos 120 elementos.
Venimos para conocer de primera mano la situación que se vive en este lugar y a expresar apoyo a los habitantes. Ellos son los que necesitan respaldo moral; nos manifestaron que lo que más requieren es seguridad, pues temen que al irse las fuerzas del orden queden nuevamente en riesgo, comentó.
Acompañada de Horacio Duarte, secretario general de Gobierno; Andrés Andrade, secretario de Seguridad estatal, así como de comandantes del Ejército y de la Guardia Nacional, Delfina Gómez reiteró que las autoridades harán lo necesario para regresar la tranquilidad y la paz a la comunidad, al municipio y a toda la zona sur del estado de México.
En Tecalpilla, la mayoría de los negocios se encuentran cerrados; la primaria y la secundaria suspendieron labores, como en todo Texcaltitlán y el municipio aledaño de Coatepec Harinas, donde regresarán a clases presenciales cuando haya seguridad para los alumnos, indicó Gómez Álvarez.
Una década de extorsión
Varias familias de Texcapilla decidieron abandonar la localidad ante el temor de una respuesta violenta de La familia michoacana, que desde hace más de 10 años extorsiona a pobladores y comerciantes de la región.
La gobernadora se dijo respetuosa de la decisión de estas personas, pero insistió en que se trabaja arduamente para lograr que las condiciones vuelvan a la normalidad lo antes posible y ya no exista temor en la zona.
En la reunión prometió apoyó económico a los deudos del enfrentamiento; a los lesionados, agregó, se les dará toda la ayuda médica y sicológica que requieran.
También se repartirán despensas a la gente más necesitada y se respaldará a los campesinos para que puedan comercializar sus cosechas, que son su principal fuente de ingresos.
