Bukele justifica entrega de Kilmar Ábrego: “Si Trump pide a un pandillero, no nos negaremos”
- REINFORMA
- hace 3 días
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El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, defendió este viernes la decisión de entregar a Estados Unidos al migrante salvadoreño Kilmar Ábrego García, deportado originalmente por un “error administrativo”, y afirmó que si la administración de Donald Trump solicita el retorno de un pandillero para enfrentar cargos, su gobierno no se opondría.

“Trabajamos con la administración Trump, y si solicitan el regreso de un pandillero para enfrentar cargos, por supuesto que no nos negaremos”, escribió Bukele en inglés a través de su cuenta en X, sin mencionar directamente a Ábrego ni ofrecer mayores detalles.
El mensaje del mandatario fue publicado luego de que se confirmó el retorno de Ábrego a territorio estadounidense, donde ahora enfrentará cargos por tráfico de personas, entre ellos migrantes vinculados a pandillas, según informó la fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi.
La entrega del migrante fue autorizada tras una orden de arresto presentada por el gobierno de Trump al Ejecutivo salvadoreño. Bondi precisó que Ábrego fue señalado por un gran jurado federal en Tennessee como uno de los responsables de una red de tráfico de personas activa desde hace al menos nueve años, y que habría realizado más de 100 viajes trasladando migrantes, incluidas mujeres, niños y miembros de la pandilla MS-13.
En su publicación, Bukele también recordó su postura frente a Washington: “Nunca introduciría de contrabando a un terrorista en los Estados Unidos” ni “liberaría a un pandillero en las calles de El Salvador”, insistiendo en que, si se trata de cooperar con la justicia estadounidense, su gobierno está dispuesto a colaborar.
Sin embargo, esta posición contrasta con declaraciones previas del propio Bukele. El 14 de abril, tras una orden de la Corte Suprema estadounidense que exigía facilitar el retorno de Ábrego, el presidente aseguró que no tenía facultades para enviarlo de vuelta.
“¿Cómo voy a enviar de contrabando a un terrorista a Estados Unidos?”, dijo entonces. Aunque admitió que podía ordenar su liberación, afirmó: “No nos gusta mucho liberar terroristas en nuestro país”.
Ábrego García, quien residía legalmente en Maryland desde hace más de una década, fue deportado en marzo y trasladado a una megacárcel salvadoreña, a pesar de contar con una orden judicial que protegía su permanencia en Estados Unidos.
Su detención y posterior expulsión fueron calificadas por organizaciones de derechos humanos como una “desaparición forzada”, ya que el migrante estuvo incomunicado y sin acceso a abogados.
La defensa legal de Ábrego sostiene que huyó de El Salvador tras recibir amenazas de la pandilla Barrio 18 y niega que tenga vínculos con organizaciones criminales. Asegura que su expulsión fue una violación al debido proceso y que los cargos presentados en su contra ahora son parte de una estrategia política de la administración Trump.
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